El porque de las cosas.

Este año espero que se vea un deseo cumplido, el de poder ayudar para que se pueda  continuar estudiando la manera de combatir y, si fuera posible curar, las enfermedades neuromusculares. El por qué de este embolao: pues muy sencillo, porque conocemos de cerca el problema, más de lo que nos gustaría conocer, puesto que afecta a alguien muy querido, que fue lo que nos hizo conocer una enfermedad de las que todos llaman "raras".

La cuestión es que este es el segundo camino de Santiago que hago junto con los mismos buenos amigos del primero, menos uno, que este año no viene, aunque yo se que él estará con nosotros, animándonos y dandonos fuerzas desde fuera, y querríamos que nuestro esfuerzo sirviera para lo que he dicho antes, ayudar a gente que lo necesita, gente que lo está pasando mal y sus familias, pero gente valiente, que se enfrenta a la vida cada día y lucha por seguir adelante con optimismo, con alegría, aun así, gente que necesita que haya quien les eche una mano económica para poder seguir esa batalla particular que les ha tocado vivir invirtiendo en investigación para buscar un remedio para un mal que nos puede afectar a cualquiera en cualquier momento.